Servicios para la prevención de hongos

Recomendaciones para proteger el pie de la onicomicosis

Es una infección usualmente contagiosa superficial que afecta la piel especialmente la epidermis y sus anexos (uñas y pelo) causada por un grupo de hongos.


El término dermatofito es usado para describir la infección por moho del género, Microsporum, Trychophyton y Epidermophyton.


Trychophytos son los que causan la Onicomicosis estos hongos se penetran en la uña a través de pequeñas erosiones. Al comienzo afecta superficialmente la uña, empezando por el borde lateral o distal, la uña cambia de color pudiendo partirse engrosarse o abombarse, en la parte inferior de la lámina ungueal.


Afectan generalmente a las uñas de las manos produciendo dolor enrojecimiento tumefacción y a veces supuración por la zona de la matriz de la uña y el repliegue. El hongo penetra a través de pequeñas heridas y el contacto prolongado con el agua, es decir primero atacan la parte blanda que rodea la uña, para luego penetrar secundariamente la queratina, las mujeres son las más afectadas.

Son producidos por hongos saprofitos ambientales oportunistas con poca capacidad queratinolítica, que presentan géneros muy diferentes, algunos tienen una distribución universal, afecta tanto a uñas de las manos como de los pies, sobre todo a las del primer dedo del pie existiendo el antecedente de enfermedad o traumatismo previo de la uña.

 

La infección se adquiere por contacto con tierra o sustancias vegetales, se ha aislado de zonas tropicales y subtropicales.

Para los tratamientos de la Onicomicosis son algunos factores que deben tomarse en cuenta:
 
 

  • Agente causal.
  • Edad y sexo del paciente.
  • Localización (uñas de pies y/o manos).
  • Numero de uñas infectadas.


La duración del tratamiento varía dependiendo del tipo de infección y si ha dañado las uñas de las manos o a las de los pies. Aun cuando parezca que los hongos hayan sido eliminados.

Un primer plano del pie de una persona examinado por un médico

Medidas de prevención. Recomendaciones generales


1. Ante todo, mantener una higiene rigurosa con la finalidad de evitar la proliferación de hongos y bacterias.


2. Lavarse las manos y los pies como mínimo dos veces al día y secarlos adecuadamente.


3. Es conveniente utilizar
calzado y calcetines apropiados que faciliten la transpiración y ventilación cambiarlos a menudo evitando así el exceso de sudoración y humedad en los pies.


4. No utilizar el
calzado varios días seguidos y mantenerlo aireado.


5. No compartir
toallas, zapatos, calcetines, tijeras o corta-uñas.


6. Es necesario cortar la parte de la
uña dañada o infectada, pero no demasiado corta, dejar crecer 1 o 2 mm máximo el borde libre con el fin de evitar la encarnación.


7. Es importante desinfectar y esterilizar los instrumentos de manicura después de cada utilización.


8. No colocar
uñas postizas sobre uñas infectadas por hongos, se han descrito efectos secundarios de tipo de reacciones alérgicas.


9. Consultar siempre al médico o
podólogo.


10. Seguir las indicaciones y no automedicarse.

Diferencia entre deformidad y malformación

Conoce más sobre los juanetes, dedos de garra, en maza o martillo

Consulta con los especialistas de Primera Escuela Mexicana de Podología sobre malformación y deformidad en los pies.
 
La 
malformación se establece en el período embrionario del bebé durante su desarrollo y siempre aporta una alteración anatómica.
 
La 
deformidad presenta siempre una integridad anatómica (están presentes todos los huesos, los músculos y las diferentes estructuras del órgano deformado).
 
La evolución que sufre el 
pie, después del nacimiento, hay tres edades durante la vida donde es posible desarrollar con frecuencia, deformidades del pie, aunque también se llegan a presentar en los intervalos entre estas edades, que son:
 

  • Desde el nacimiento hasta los 2 años
  • Durante la adolescencia.
  • En la edad senil
Un primer plano del pie de una persona con una mancha roja

Las deformidades del pie llegan a dañar una o a varias articulaciones, así como también los tejidos blandos circundantes. Aunque pueden ser adquiridas, la mayor parte son congénitas. Las más comunes son:

Hallux Valgus


Conocido vulgarmente como juanete, es una deformidad del primer dedo del pie.

Dedos en garra


Es la flexión exagerada de las articulaciones interfalángicas con extensión de la MTF (Metatarso falángica).

Dedo en maza


Es la flexión aislada de la interfalángica distal. Suele afectarse un solo dedo del pie. Es una lesión en la punta del dedo.

Quinto dedo varo o juanete de sastre


Se caracteriza por el valgo del 5º metatarsiano, la desviación hacia dentro o en varo del 5º dedo, la exostosis de la cabeza del metatarsiano y la rotación del dedo. Es una deformidad simétrica al hallux valgus.

Dedo en martillo


Es la deformidad en flexión de la articulación interfalángica proximal con extensión de la interfalángica distal; suele acompañarse de extensión de la metatarsofalángica.
Es la deformidad más frecuente de los dedos trifalángicos

Clinodactilia


Es la desviación lateral de los dedos. Se suele producir en reumatismos y se asocia con el dedo en martillo.

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